Camino al barrio: un proceso comunitario basado en la sinceridad y el cariño
Una noche fresca de febrero fue el indicador del éxito que se tendría en la reunión con el grupo de Camino Al Barrio, ubicado en la comuna 20, en la ciudad de Cali. Para la llegada, como siempre, fue necesario iniciar el recorrido desde la estación de servicio de La Nave, punto de encuentro para todos los foráneos que quieren conocer el proceso que se desarrolla en San Francisco.
Caminar por estas calles significa conocer de primera mano la riqueza étnica y cultural presentes en la ciudad, además de identificar, también de primera mano, las dificultades que se presentan en barrios como los de la comuna 20.
Caminar hasta el santo implica compartir la vía con la guala (vehículo de transporte colectivo), carros particulares pequeños y motocicletas que sirven para franquear las empinadas calles de esta comuna. Al llegar al espacio, un pequeño local con una sola entrada, y muchas sillas dispuestas en asamblea, nos encontramos con un grupo, principalmente, de señoras que se ofrecen al visitante con una gran sonrisa y un apretón sincero de manos. Ellas, y unos pocos hombres, hacen parte de este proceso colectivo: Camino Al Barrio.
Esta organización colectiva, formalizada en 2017, desarrolla acciones orientadas al mejoramiento del espacio público y el fortalecimiento de la capacidad de acción de los pobladores del barrio San Francisco, en la comuna 20, por medio de la formación a nivel político, social y ambiental. El propósito del encuentro de esta noche era el de identificar, a partir de su historia, las iniciativas susceptibles de apoyo por parte del proceso que se viene desarrollando de la mano del Fondo SAM y el apoyo del BID.
El repaso a la historia de este proceso expusó la necesidad de fortalecer los diferentes espacios de participación, especialmente, los que tienen una relación directa con la cocina y la producción de alimentos pues, se evidencia que esta acción cuenta con al fuerza para movilizar y concentrar otro tipo de iniciativas que fortalecen al colectivo.
Es a partir de la cocina que se promueven otros tipos de espacios de encuentro con los diferentes miembros de la comunidad, tanto niños, como jóvenes y adultos a través de compartir en el bingo, la venta de comida los fines de semana, la siembra de huertas, el reciclaje, la proyección de cine o el bordado. Estos espacios alternos han contado con el apoyo de entidades y personas que reconocen la fortaleza de este proceso organizativo.
Al final del encuentro, es posible concluir que Camino Al Barrio es un proceso colectivo colaborativo con un gran interés por fortalecerse a sí mismo a partir del cariño que le ofrece a propios y extraños, de generar procesos de formación, colaboración y emprendimiento desde la generación conversaciones sinceras, las cuales, por años, les han permitido sortear la rivalidad y resentimiento presentes entre barrios y sectores de la comuna.
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