Fogón de posibilidades: Cocina al Barrio
Cali cuenta con más de 2.2 millones de habitantes cada uno con una perspectiva única sobre esta ciudad que compartimos. ¿Cómo podemos hacer de ella un lugar mejor para todos, respetando nuestras diferencias y aprovechando nuestras capacidades e inteligencia colectiva? Esta es la pregunta que nos hacemos y la pregunta que dirigimos a ustedes, ciudadanos y ciudadanas de Cali.
Parte de la respuesta ya existe. Basta con observar lo que la gente hace día a día para mejorar sus vidas, construir sus barrios y crear un futuro más seguro, saludable y verde para sus hijos e hijas.
Cali es una ciudad llena de iniciativas. Miremos donde miremos, vemos gente trabajando, gente que comparte su amor por la ciudad. Tomemos como ejemplo la asociación Camino al Barrio, que comenzó hace unos 7 años en el sector de San Francisco en Siloé. San Francisco es un barrio poco conocido y menos visitado pero, es el hogar de una comunidad orgullosa que consolidó un lugar que, hace apenas una generación, aún luchaba contra viviendas inadecuadas y calles peligrosas.
Entre sus muchos logros, Camino al Barrio ha limpiado las calles, creado un campo de fútbol y restaurado la importancia del santo del barrio (San Francisco). Organiza noches de cine, bingos y también cocina en distintos eventos, lo que le permite a la asociación generar ingresos para pagar el alquiler de su espacio comunitario.
Hace poco, el colectivo urbz y Cali 500+ se reunieron con Camino al Barrio: juntos intercambiaron ideas sobre cómo la asociación podría consolidarse y seguir mejorando la calidad de vida de los habitantes en San Francisco.
Surgieron muchas ideas, pero una parecía especialmente potente: una cocina comunitaria. La cocina es, por supuesto, un lugar excelente para compartir conocimientos y habilidades. También es un lugar donde la gente se conoce y se hacen amistades. Con una cocina, es posible contribuir a muchos eventos y puede ser una fuente de ingresos para la asociación.
Así, la cocina es un medio para muchos fines. Es lo que Ivan Illich llamaba una "herramienta para la convivencia". No es difícil de usar, pero cuando sabemos utilizarla bien, podemos lograr grandes cosas. La cocina se puede enseñar y las recetas pueden pasar de una generación a otra. La comida es cultura, y la buena comida también es salud.
Una serie de talleres ayudaron a definir las necesidades de la cocina: debe ser móvil, funcionar con gas, tener una vitrina, platos que se puedan lavar y reutilizar en lugar de tirar y estar equipada con una olla a presión. Elementos básicos esenciales para esta acción.
El siguiente paso es elaborar un plan y un presupuesto. Luego, será el momento de construir y acondicionar la cocina de la mejor manera posible en el local de la asociación Camino al Barrio.
¡Sigue a Camino al Barrio para enterarte de cuándo puedes visitar y disfrutar de los frijoles en San Francisco!
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